Hay dos métodos de eliminación de los términos de los planetas, en referencia al dominio de la triplicidad, uno es Egipcio, el otro es caldeo.
Pero el método Egipcio conserva ninguna distribución regular, ni en el punto del orden sucesivo ni en el punto de la cantidad.
En cuestión de orden es defectuosa, ya que, en algunos casos, asigna los primeros grados de un signo para el señor de la casa, en otros al señor de la triplicidad, y en otros de nuevo para el señor de la exaltación. Al seleccionar este fracaso ejemplo para ver fácilmente, por ejemplo, si la resolución fuera regulada por el gobierno de las casas, por lo que la razón debe ser Saturno da los primeros grados de Libra, ya que el signo es la casa de Venus? o ¿por qué Júpiter les llevará en Aries, que es la casa de Marte? Si siguiera el gobierno de la triplicidad, por qué razón debería Mercurio dar los primeros grados de Capricornio, que se encuentra en la triplicidad regida por Venus? Si el gobierno da exaltaciones, ¿por qué Marte da los primeros grados en cáncer? ese signo es la exaltación de Júpiter. Y si la orden se regula incluso considerando el planeta que posee la mayor parte de estas dignidades en el signo, por qué razón debería Mercurio dar los primeros grados en Acuario, en la que muestra que rige únicamente por triplicidad, y por qué no de Saturno, que tiene el gobierno en ella por la casa, así como por triplicidad? o por qué en definitiva debe Mercurio, que no posee ningún tipo de dominio en Capricornio, recibir los primeros grados en el signo también? La misma falta de orden es muy evidente en el resto de la distribución.
Existe una igualdad de irregularidad en las cantidades respectivas de los grados asignados por los Egipcios a los diversos términos de los planetas. Porque de ninguna manera es una demostración adecuada ni suficiente de exactitud que la suma total de todos los números de todos y cada una de las cantidades del planeta en total precisan de que requiere de que se divida en porciones de tiempo; 2 , ya que, incluso si se admite que este total, obtenida de cada estrella, se afirma correctamente por el Egipcio, aún puede objetarse el mismo total, por lo recogido por ellos, se puede encontrar en muchas otras formas de intercambiando de los números de una señal.
Hay también personas que sostienen que en todas las latitudes el mismo espacio de tiempo se ocupó en ascenso por todas las estrellas, lo que, sin embargo, es manifiestamente errónea, porque, en primer lugar, a estas personas se les guia por la opinión vulgar de las alturas de los planos de la ascensión, que es totalmente ajena a la verdad, y según la cual, en paralelo de bajo egipcio, los signos de Virgo y Libra ascenderían cada uno en treinta y ocho grados y una tercera, y Leo y Escorpión en cada treinta y cinco grados; cuando lo es, por el contrario, se muestra por las tablas, que los dos últimos signos ocupan en sus varias ascensiones más de treinta y cinco grados cada una, pero Virgo y Libra menos.